18. El nudo gordiano
En ocasiones, la vida nos deja atrapados en situaciones tan complejas como angustiantes. Así, para resolverlas, no sólo acudimos a la lógica y la emoción más humana, sino también a la espiritualidad, energía, magia y fe más sagrada, porque tenemos que romper con todo lo que no nos deja avanzar y alcanzar nuestras máximas más profundas.
El nudo gordiano sólo lo trabaja Mariela Gauna en España y, aunque forma parte de la historia, la psicología y los mitos y leyendas, también ha empapado la magia más exquisita.
La leyenda del nudo gordiano trata de abrir la vida en todo su esplendor, sobre todo el AMOR ❤️.
Los nudos son esos lazos que unen el amor más puro a través de los hechizos más sólidos y beneficiosos.
Deja la ansiedad, el miedo y la preocupación que te lleva hasta sumirnos en un laberinto. Aquí estoy, Mariela Gauna, a tu disposición.
El mismo Alejandro Magno en su día, se encontró con el nudo gordiano que señaló que sería rey de Asia a través del oráculo y así fue.
El oráculo de Frigia Lo mencionó Plutarco, el célebre historiador griego, quien nos explicó en su obra.
Refería a la antigua ciudad de Frigia (la actual Turquía).
Un antiguo oráculo explicaba que en algún momento de la historia cruzaría por las puertas del Este aquel que se alzaría como el auténtico rey.
La señal sería un cuervo, un oscuro animal que al ver al auténtico héroe cruzar el umbral, se posaría de inmediato en su hombro.
Así ocurrió. Fue un humilde pastor, Gordias, quien al cruzar la puerta con su carro de bueyes, fue bendecido con la suerte: un cuervo se posó en el yugo de sus bueyes. El pueblo lo coronó como rey de inmediato.
Más tarde, sería el padre del célebre rey Midas.
Pero lo más interesante para los ritualistas es que el nudo gordiano es una excelente técnica esotérica para conquistar el amor eterno de forma segura e inofensiva.
Uno de los más potentes amarres de amor de la herencia vikinga y druida nos lleva de la mano de la magia nórdica capaz de transformar todo lo negativo en positivo y conquistar el amor de nuestro ser especial y único, recuperar a la persona amada o fortalecer una relación con grandes grietas de forma casi inmediata.