Una Navidad de Amor Recuperado: La Historia de Laura
Basado en una historia verídica de clientes de Mariela Gauna
Los nombres son ficticios
Laura nunca imaginó que su vida tomaría un giro tan doloroso. Con apenas 26 años, se encontró sola, criando a su bebé de un año, enfrentando noches interminables de lágrimas. Había entregado su corazón por completo a Carlos, el hombre con quien soñó construir un hogar, pero todo se desmoronó cuando él decidió marcharse. Peor aún, se enteró de que Carlos estaba con otra mujer, dejando a Laura sumida en una tristeza profunda, preguntándose si su amor alguna vez había sido real.
El dolor no era solo por su pérdida, sino también por el futuro de su bebé, que merecía crecer rodeado de amor y unión familiar. Laura quería recuperarlo, no desde la desesperación, sino porque en su corazón sabía que su conexión con Carlos era especial, algo que ningún obstáculo podría destruir. Fue entonces cuando escuchó hablar de Mariela Gauna y su trabajo con rituales energéticos llenos de ética, pureza y una intención amorosa.
Con un poco de esperanza y mucho temor, Laura contactó a Mariela. Desde el primer momento, sintió una paz que no había experimentado en meses. Mariela la escuchó, no solo sus palabras, sino también el eco de su alma. «Hay un vínculo muy especial entre ustedes dos, algo que no se puede romper. Pero las energías están desequilibradas y es necesario armonizarlas. Vamos a trabajar juntas para limpiar lo negativo y permitir que el amor fluya de nuevo», le dijo Mariela con seguridad y calidez.
El proceso no fue mágico ni instantáneo, pero Laura estaba decidida. Siguiendo cada recomendación de Mariela, se sumergió en el ritual de amor diseñado especialmente para ella. Usaron velas consagradas, esencias vibracionales y afirmaciones que ayudaron a liberar todo rastro de resentimiento y desesperación. Mariela trabajó arduamente en armonizar las energías, guiando a Laura en un camino de sanación personal, mientras despejaba cualquier influencia negativa que pudiera estar afectando a Carlos.
Semanas después, algo comenzó a cambiar. Carlos, quien había estado distante y frío, empezó a enviar mensajes cortos pero cargados de nostalgia. Poco a poco, las conversaciones se hicieron más profundas. Laura no lo presionó, pero Mariela la guió para mantenerse firme, confiando en el proceso. Un día, Carlos apareció en su puerta, lleno de arrepentimiento, confesándole que había comprendido que la conexión que tenían era única. La relación con su amante había terminado porque, en el fondo, él solo deseaba estar en casa, con Laura y su hijo.
Ahora, mientras colocan las luces en el árbol de Navidad, Laura no puede evitar derramar lágrimas, pero esta vez de felicidad. Su hogar está completo, y su pequeño bebé tiene a ambos padres a su lado. Sabe que sin la ayuda de Mariela Gauna, esto no habría sido posible. Mariela no solo les devolvió el amor, sino también la esperanza y la fuerza para reconstruir su familia desde la honestidad y la energía positiva.
Estas Navidades, Laura y Carlos celebrarán no solo el amor que los une, sino también la fuerza de una conexión que ni el tiempo, ni la distancia, ni las dificultades pudieron romper. Gracias al trabajo de Mariela, la magia del amor verdadero volvió a iluminar su hogar.